El
cine europeo en general, y el cine francés en particular, no deja de sorprenderme y de darme la razón en que nuestro cine no tiene nada que envidiar al americano. Ellos tienen Hollywood, las grandes productoras, los efectos especiales y el dinero para cubrir todo tipo de gastos, pero en Europa están las historias, los grandes argumentos y la sencillez de un séptimo arte que defiende, y con creces, su autodeterminación.
Inspirada en la historia real de
Phillipe Pozzo di Borgo, un aristócrata tetrapléjico, y su cuidador,
Abdel Selloul, un inmigrante con un historial delictivo,
'Intocable' aparca el dramatismo de la cruda realidad (un hecho tan horrible como es un accidente que se lleva por delante la vida de un ser querido y te deja con secuelas irreversibles) para dejarse llevar por la espontaneidad de la misma.