ABOUT

Era un día cualquiera en mi primer verano de prácticas en un medio de comunicación. Mi primer trabajo "real" y tenía mucha ilusión.

Todo estudiante de periodismo ansía ser explotado por un periódico, una radio, o una cadena de TV, porque eso significará que estás cerca de conocer el fascinante y horrible mundo del profesional de la comunicación.

Mi tarea era fácil: estar más de 6h diarias frente a un ordenador esperando escribir los pies de página de las fotografías del día. No estaba mal la idea, ¿no?, pero todo se viene abajo cuando te das cuenta de que las imágenes que tú debías titular, después de investigar a sus protagonistas, las localizaciones y el por qué estaban allí, son ilustradas por famosos y personajillos del mundo del espectáculo. Me seguía pareciendo fácil, pero no era lo que yo esperaba, y mucho menos a lo que pretendía dedicarme tras 5 años de carrera que podría haber aprovechado en un Zara a 700€ el mes, y con horario fijo.

Que ilusos somos los estudiantes, y los de Comunicación, mucho más. Llegamos con toda la inocente ilusión del mundo a las primeras clases y, después de 2 semanas bajo la tutela del maestro Pedro Sorela, nos damos nuestra primera gran hostia. Unos abren los ojos y dicen "esto no es lo mío, tendría que haberme metido en Magisterio", y otros sólo nos frustramos y decidimos terminar lo que hemos empezado: Periodismo. 

Que es una profesión apasionante, SI, que es una profesión bonita, SI, que es una profesión interesante, SI, que es una profesión sacrificada, SI, que es una profesión difícil, SI, que es una profesión saturadísima, VALE, que es una profesión mal pagada, VALE, que es una profesión jodida, VALE, que es una profesión que cada vez más está en detrimento, BUF...

Llegados a un curso más avanzado, así como 3º (bueno aquí sigues teniendo esperanzas), pero en 4º te preguntas: "¿quién fue el capullo que me animó a meterme en esta carrera?". Así que nos encontramos en un bote salvavidas en el que sólo cabemos unos pocos y en un momento en el que no nos vale ya nada, ahogamos o nos ahogan. Pero no se trata de la ley del más fuerte, se trata de que los medios de comunicación cambian, la sociedad cambia y el cuarto poder está liderado por los cabecillas de turno que han de morir para que una nueva generación tome el timón y navegue hacia una nueva era en la que los comunicadores sean otra cosa totalmente distinta a la que hoy en día se "enseña" en esta carrera.

Reflexiones y pesimismo a parte, reconduzco un poco el tema y vuelvo al origen de este modesto blog. 

Eran tantas las horas perdidas en esa redacción que me dije: "me aburro, ¿qué hago?, pues un blog". Y ¡Eco!, nace esta bitácora en la que se unen varias áreas que me gustan. Cine, moda, música, fotoperiodismo...un mejunje de cosas que, si bien guardan relación, son especialidades muy distintas. Mucha gente me dijo ese dicho que tanto odio, pero que tan cierto es: "quien mucho abarca, poco aprieta", que viene a decir: sabemos que te gustan muchas cosas, pero si hablas de todas, en realidad no tendrás ni puta idea de ninguna de ellas. Bla, bla, bla, bla bla, bla.. Como soy mi propia jefa y, como al final uno hace lo que le da la gana sin tener en cuenta valiosísimos consejos, sigo en mis trece y me decanto por esta pócima que al menos me sirve para volcar mi peculiar por qué de escoger dicha carrera. Simplemente me gusta escribir y hablar de lo que me gusta, como todo el mundo, y como todo bitácora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario