'J.Edgar' cuenta la historia de John Edgar Hoover, que fue nombrado, con 29 años, director general del FBI en 1924. Reorganizó la institución y estuvo en el cargo hasta el día de su muerte en 1972. Su carrera no estuvo falta de críticas y polémicas. Superó a siete presidentes, algunos de los cuales intentaron destruirle y consiguió salvaguardar sus comprometidos archivos que a tantas personalidades puso en jaque.
Lo que se espera de una cinta biográfica son varias cosas:
- Que el personaje sea interesante: el director del FBI en 1924.
- Que su vida tenga una historia que realmente sea digna de contar: fue nombrado jefe del FBI con tan sólo 29 años y sus archivos podían desestabilizar a las grandes personalidades de los EEUU.
- Que el actor/actriz que le interprete sea un calco del real: hable, camine y gesticule igual.
Leonardo DiCaprio, quien ya nos convenció haciendo del mismo Howard Huges en 'El aviador', vuelve a demostrar que es un actor de los pies a la cabeza muy alejado ya de ese niño rubio que enamoraba a las adolescentes. Siguiendo los pasos del gran De Niro, Leonardo se mete en la piel de sus personajes logrando excelentes resultados.
Estas condiciones no sirven de nada si el público no se interesa, o no conoce algo de la vida del protagonista. Para mí este es el principal problema al que se ha enfrentado esta cinta que ha pasado sin pena ni gloria, a pesar de sus muchas virtudes.
Con una elegancia escénica, una cuidada caracterización y una muy buena ambientación, 'J.Edgar' se arriesga a contar una realidad histórica en apenas dos horas. Sutilmente, la película intenta distanciarse de la particular personalidad de Edgar, a quien se muestra muy determinado por su figura materna (recordando en ocasiones a Anthony Perkins en 'Psicosis') y de quien se deja caer que no tiene muy clara su orientación sexual.
Un ambicioso proyecto, en forma de memorias (que el mismo Edgar escribe), que Eastwood sabe asumir. A través de largos diálogos y del constante recurso al flashback vemos las idas y venidas, los claroscuros, de un personaje que se encuentra en constante tensión y confusión consigo mismo. Dividido entre sus opiniones y sentimientos y entre los consejos de su madre, el camino de Edgar empieza y acaba en la misma silla de director del FBI.
Naomi Watts o Judi Dench completan un reparto lleno de buenos actores que defienden esta interesante, pero en ocasiones aburrida, trama.
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Lo que se espera de una cinta biográfica son varias cosas:
- Que el personaje sea interesante: el director del FBI en 1924.
- Que su vida tenga una historia que realmente sea digna de contar: fue nombrado jefe del FBI con tan sólo 29 años y sus archivos podían desestabilizar a las grandes personalidades de los EEUU.
- Que el actor/actriz que le interprete sea un calco del real: hable, camine y gesticule igual.
Leonardo DiCaprio, quien ya nos convenció haciendo del mismo Howard Huges en 'El aviador', vuelve a demostrar que es un actor de los pies a la cabeza muy alejado ya de ese niño rubio que enamoraba a las adolescentes. Siguiendo los pasos del gran De Niro, Leonardo se mete en la piel de sus personajes logrando excelentes resultados.
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| Leonardo DiCaprio en 'J.Edgar' |
Estas condiciones no sirven de nada si el público no se interesa, o no conoce algo de la vida del protagonista. Para mí este es el principal problema al que se ha enfrentado esta cinta que ha pasado sin pena ni gloria, a pesar de sus muchas virtudes.
Con una elegancia escénica, una cuidada caracterización y una muy buena ambientación, 'J.Edgar' se arriesga a contar una realidad histórica en apenas dos horas. Sutilmente, la película intenta distanciarse de la particular personalidad de Edgar, a quien se muestra muy determinado por su figura materna (recordando en ocasiones a Anthony Perkins en 'Psicosis') y de quien se deja caer que no tiene muy clara su orientación sexual.
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| Leornado DiCaprio y Judi Dench |
Un ambicioso proyecto, en forma de memorias (que el mismo Edgar escribe), que Eastwood sabe asumir. A través de largos diálogos y del constante recurso al flashback vemos las idas y venidas, los claroscuros, de un personaje que se encuentra en constante tensión y confusión consigo mismo. Dividido entre sus opiniones y sentimientos y entre los consejos de su madre, el camino de Edgar empieza y acaba en la misma silla de director del FBI.
Naomi Watts o Judi Dench completan un reparto lleno de buenos actores que defienden esta interesante, pero en ocasiones aburrida, trama.
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| Naomi Watts y Leonardo DiCaprio (escena de 'J.Edgar') |
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