LA PIEL QUE HABITO: UNA PELÍCULA CON SABOR AGRIDULCE

Como era de esperar, una película de Pedro Almodóvar no podía ser una película suya sin su posterior oleada de críticas y alabanzas. 


'La Piel que habito' es un viaje al oscuro mundo de un cirujano plástico obsesionado con la creación de una nueva piel. Después de que su mujer sufriese un accidente de coche, que le dejó quemaduras irreversibles y acabó con su vida, el Doctor Robert Legard (al que da vida Antonio Banderas) encontró en Vicente (Jan Cornet), la cobaya humana que necesitaba para sus investigaciones. 
La obcecación del doctor en la creación de una nueva dermis llega a límites inhóspitos que destapan la verdadera cara de un protagonista sin escrúpulos que termina siendo vencido por su propio descubrimiento...

Antonio Banderas y Elena Anaya

La ola de comentarios que ha despertado el último film del manchego no es de extrañar. Algunos la califican de "fascinante, intensa, una tremenda historia de venganza y rencores", "nada que objetar a un trabajo para aplaudir y disfrutar de principio a fin". 


Mientras, críticos como Carlos Boyero dejan de lado la fácil tarea de alabar y lamer el culo al internacional Almodóvar para atreverse a decir lo que de verdad sienten al ver y comparar 'La piel que habito' con trabajos anteriores mucho más auténticos que este. Aunque algo exagerado, estoy totalmente de acuerdo con varios puntos de Boyero:
-Personajes tenebrosos que no estimulan tanto como se espera. 
-Patético provocar la risa con diálogos que pretenden ser trágicos (la escena en la boutique de la madre de Vicente cuando aparece el hermano de Almodóvar ofreciendo la ropa de su mujer desaparecida--me parece que sobra)
-La película pretende ser seria y sin embargo se convierte, "involuntariamente" (o no), en "comedia bufa".

Elena Anaya

Después de leer la crítica de Carlos Boyero en El País  me entraron casi más ganas de verla, necesitaba corroborar lo que estaba leyendo. Desde luego que es cierto que me influyó bastante a la hora de advertir la película. No podía evitar mirar con ojo crítico cada plano, cada diálogo y cada gesto de sus personajes.


La actuación de Banderas me gusta, sin llegar a emocionarme, pero he podido notar ese feeling que Anaya y Banderas han tenido que mostrar ante las cámaras.

Estoy totalmente de acuerdo con muchas de las opiniones que recogen páginas como Film Affinity o La Butaca:


-"El director, habiendo encontrado el vehículo ideal para su sensibilidad, ha sido incapaz de devolver el favor abrazando por completo la oscuridad inherente del material" (Justin Chang: Variety)
-"Un film desconcertante, en el que el manchego arriesga (...) una trama con giro final entre audaz y ridículo" (Sara Brito: Diario Público)
-"Un salto al vacío lúcido y radical, una película loca, grotesca, a ratos incluso incómoda, pero sobre todo fascinante" (Manuel Yánez Murillo: Fotogramas)


Personalmente creo que es un film arriesgado en el que Pedro Almodóvar se ha adentrado con unas expectativas muy altas a las que no ha sabido dar respuesta, tal y como se lo esperaba su público.